Está en los árboles

En Japón, la práctica de shinrin-yoku (baños de bosque) es celebrada como un antídoto para el estilo de vida urbano moderno y sus factores estresantes asociados.

Incluso la noción romántica de “baños de bosque” puede tener una base científica. Las investigaciones indican que podrían ser los ‘fitómidos’ emitidos por los árboles como mecanismo de defensa, los que ofrecen beneficios para la salud.9 Los fitómidos son compuestos orgánicos (presentes en muchas plantas, incluidos el ajo y las cebollas) que tienen poderosas propiedades antibacterianas. Otros estudios muestran que los “aerosoles del bosque”, cuando se inhalan, pueden provocar un aumento de las células “NK” (asesinas naturales) en el sistema inmunológico (lo que ayuda a las defensas naturales de nuestro cuerpo)

La ciencia ahora está comenzando a indicar vínculos con lo que sabemos intrínsecamente, que pasar tiempo en la naturaleza es bueno para nosotros. Los estudios muestran vínculos no solo con el bienestar emocional y la mejora del estado anímico, sino también con sentimientos de calma y empatía, e incluso con beneficios fisiológicos como la reducción de la presión arterial, la tensión muscular y la disminución de las hormonas del estrés como el cortisol, la reducción del riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Existe incluso un “número mágico”, según los estudios que indican que los beneficios se observan después de pasar al menos dos horas a la semana inmersos en espacios naturales. Después de eso, los beneficios se extienden incluso más allá del individuo, con vínculos a una mayor “cohesión comunitaria” y beneficios tales como la reducción de los índices de delincuencia.



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